jueves, 1 de diciembre de 2011
viernes, 24 de junio de 2011
Mujeres en el blanco
- Cada día se presentan 101 casos de violencia en el país contra las mujeres por parte de sus parejas.
- Según cifras de Medicina Legal en Colombia hay una mujer asesinada cada cuatro días.
Esos tiempos en que los hombres eran los que se iban a la guerra y los que le ponían la sangre a la guerra, ya pasaron. Las mujeres ya no esperan en la casa la suerte de sus maridos, ellas pasaron a ser protagonistas de los conflictos de hoy, carne de cañón de los violentos, blanco de las balas y actrices principales en el derrame de sangre en el que se ha visto envuelto el departamento de Córdoba y el país entero.
Más allá de la violencia intrafamiliar, de los líos pasionales o del maltrato -que en antaño era la mayor causa de muertes violentas de mujeres-, las damas de este departamento se están muriendo a bala.
En lo que va corrido del presente año el Observatorio del Delito de la Gobernación de Córdoba y los medios de comunicación han registrado los homicidios de 18 mujeres. La mayoría de los casos son producto del sicariato relacionado con el accionar de las bandas criminales que operan en la región, pero también hay casos de crímenes pasionales.
El presente mes de junio ha sido uno de los más trágicos para las mujeres. En lo que va corrido del mismo han sido asesinadas media docena.
La primera mujer víctima mortal de las balas del 2011 en Córdoba fue Margarita Gómez Gómez, estudiante de la Universidad de Los Andes, muerta junto a su novio Mateo Matamala, en San Bernardo del viento, crimen que conmocionó al país, el 7 de enero. El último caso fue el de Íngrid Álvarez, a quien acribillaron en su casa de Cereté, el pasado lunes 20 de junio. Entre estos dos hechos hay poco más de 5 meses y caso dos decenas de muertes registradas.
Son feminicidios
El 55 por ciento de los feminicidios en Colombia son de autoría de los grupos armados ilegales, según lo revela Olga Lucía Sanchez, de la Corporación Casa de la Mujer. Los feminicidios son crímenes cometidos en mujeres, sólo por su condición de género, explicó Sánchez. “El 55 por ciento de esos asesinatos de mujeres está en manos de actores armados guerrilla, fuerzas militares: Las cifras de violencia contra las mujeres aumentan y en el mejor de los casos no han disminuido”, señaló Sánchez. En Colombia las últimas estadísticas que están en manos de las Organizaciones Feministas datan del año 2006 y señalan un margen entre 150 y 170 feminicidios. Este tipo de crímenes no están debidamente visibilizados en las estadísticas de Medicina Legal, donde pasan como crímenes cometidos por diferentes causas.
Los datos
Entre los años 2004 y 2008, 6 mil 603 mujeres fueron asesinadas en el país, cuatro mil muertas con arma de fuego y el resto con puñaladas o a golpes. 811 de estos casos fueron debido a venganzas, riñas o delitos sexuales; 694 por acción de los grupos armados, entre guerrilleros, paramilitares, terroristas o militares; y 238 por atraco callejero, robo a residencias o a vehículos. Estas cifras hacen parte del primer informe que publicó el Instituto Nacional de Medicina Legal, el único que existe en Colombia.
Más allá de la violencia intrafamiliar, de los líos pasionales o del maltrato -que en antaño era la mayor causa de muertes violentas de mujeres-, las damas de este departamento se están muriendo a bala.
En lo que va corrido del presente año el Observatorio del Delito de la Gobernación de Córdoba y los medios de comunicación han registrado los homicidios de 18 mujeres. La mayoría de los casos son producto del sicariato relacionado con el accionar de las bandas criminales que operan en la región, pero también hay casos de crímenes pasionales.
El presente mes de junio ha sido uno de los más trágicos para las mujeres. En lo que va corrido del mismo han sido asesinadas media docena.
La primera mujer víctima mortal de las balas del 2011 en Córdoba fue Margarita Gómez Gómez, estudiante de la Universidad de Los Andes, muerta junto a su novio Mateo Matamala, en San Bernardo del viento, crimen que conmocionó al país, el 7 de enero. El último caso fue el de Íngrid Álvarez, a quien acribillaron en su casa de Cereté, el pasado lunes 20 de junio. Entre estos dos hechos hay poco más de 5 meses y caso dos decenas de muertes registradas.
Son feminicidios
El 55 por ciento de los feminicidios en Colombia son de autoría de los grupos armados ilegales, según lo revela Olga Lucía Sanchez, de la Corporación Casa de la Mujer. Los feminicidios son crímenes cometidos en mujeres, sólo por su condición de género, explicó Sánchez. “El 55 por ciento de esos asesinatos de mujeres está en manos de actores armados guerrilla, fuerzas militares: Las cifras de violencia contra las mujeres aumentan y en el mejor de los casos no han disminuido”, señaló Sánchez. En Colombia las últimas estadísticas que están en manos de las Organizaciones Feministas datan del año 2006 y señalan un margen entre 150 y 170 feminicidios. Este tipo de crímenes no están debidamente visibilizados en las estadísticas de Medicina Legal, donde pasan como crímenes cometidos por diferentes causas.
Los datos
Entre los años 2004 y 2008, 6 mil 603 mujeres fueron asesinadas en el país, cuatro mil muertas con arma de fuego y el resto con puñaladas o a golpes. 811 de estos casos fueron debido a venganzas, riñas o delitos sexuales; 694 por acción de los grupos armados, entre guerrilleros, paramilitares, terroristas o militares; y 238 por atraco callejero, robo a residencias o a vehículos. Estas cifras hacen parte del primer informe que publicó el Instituto Nacional de Medicina Legal, el único que existe en Colombia.
jueves, 16 de junio de 2011
Con denuncias buscan parar la reproducción de los votos en Córdoba
Por Orlando Benítez Quintero
El proceso de inscripción de cédulas en Córdoba está denunciado. Una vez se cerró el proceso de inscripción, el pasado 22 de mayo, y se abrió el plazo para presentar quejas, llovieron denuncias por trasteo de votos en el 80% de los municipios del departamento de Córdoba. Los casos insólitos que fueron mostrados en un informe publicado por La Crónica de Córdoba el pasado 31 de mayo titulado “La reproducción de los votos”, y otra serie de casos igualmente absurdos fueron puestos en conocimiento de las autoridades electorales.
La delegada Departamental de la Registraduría Nacional del Estado Civil, Aida Alvarado Ramos, informó que ante sus despacho fueron presentadas un total de 24 denuncias de 18 municipios del departamento. Sin embargo, puede que haya muchas más, ya que esas quejas también pueden ser instauradas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), que es el que estudia y toma decisiones en estos casos.
Buenavista es el pueblo en el que se presentaron mayor número de denuncias ante la delegación, con 4; le sigue Moñitos, con 3; San Antero y Puerto Escondido, con dos cada uno.
Las autoridades electorales tienen un ‘cartapazo’ de denuncias soportadas con pruebas sobre transhumancia electoral en Córdoba, ahora solo se espera que así como se reprodujeron los votos se multipliquen las anulaciones.
El trasteo de Bijao
Según el Comité de Veeduría Ciudadanía por la Transparencia del Municipio de Puerto Libertador, en este municipio del sur del departamento más conocido como Bijao, fueron inscritos mil 535 ciudadanos que no tienen residencia en la localidad y por lo tanto no pueden intervenir en las elecciones de las autoridades locales.
Dicha Veeduría denunció la situación ante el CNE y le pidió abrir investigación por trashumancia electoral durante el 23 de febrero al 22 de mayo de 2011, temporada en la que estuvo abierto el proceso de inscripción. En dicho lapso se inscribieron un total de 6 mil 052 ciudadanos para votar en las elecciones del 30 de octubre de 2011, en esta localidad.
Esta denuncia, presentada a nombre de Rafael Emiro Moreno Garavito, también señala que tras las inscripciones en Puerto Libertador se registra un aumento incoherente del censo poblacional. La población está en 40 mil 584 habitantes, para las elecciones de 2010, de Congreso de y Presidencia, el potencial fue de 22 mil 045. Ahora como los nuevos inscritos de este año fueron 6 mil 054, queda un potencial de 28 mil 099 ciudadanos actos para votar en las próximas elecciones del 30 de octubre de 2011. Con este análisis quedan 12 mil 485 habitantes menores, entre los cero y los 17 años. Pero en Bijao hay 12 mil 500 estudiantes matriculados entre los 5 y los 17 años. Es decir, no existe población entre los 0 y los 4 años en este municipio.
Esta denuncia está respaldada por fotografías y videos que muestran carros cargados de gente, identificados con el nombre de uno de los aspirantes a la Alcaldía de esa localidad.
Ni tan ‘Purísima’ la inscripción
El censo electoral no es tan puro como el nombre del municipio. Así lo asegura un grupo de habitantes de Purísima que instauró una denuncia por transhumancia electoral ante la Registraduría.
En esta población del Bajo Sinú se inscribieron mil 689, lo que quiere decir que el potencial que en el último proceso electoral (elección de Presidente) fue de 11 mil 985, quedaría en 13 mil 674. La población de Purísima, según el Dane, es de 14 mil 853, lo que quiere decir, que la diferencia entre censos, electoral y poblacional, es apenas de mil 179. También se podría decir, que según esto, esa última cifra es la cantidad de menores de edad que tiene Purísima. ¿Será que sí?
La Personería Municipal de Purísima convocó a una reunión del Comité de Seguimiento Electoral y acordó solicitar la revisión de esos nuevos inscritos teniendo como base las fichas del Sisbén, para luego solicitar la baja de las inscripciones fraudulentas al CNE.
Cabe anotar que Purísima es quinta a nivel nacional en el mapa de riesgo por transhumancia y el primer municipio del país donde fue descabezado un alcalde por ese delito: Nicolás Álvarez Ortiz. La denuncia señala, además, que a este pueblo se trastearon votos de Lorica, Momil, Chimá y Coveñas (Sucre).
El proceso de inscripción de cédulas en Córdoba está denunciado. Una vez se cerró el proceso de inscripción, el pasado 22 de mayo, y se abrió el plazo para presentar quejas, llovieron denuncias por trasteo de votos en el 80% de los municipios del departamento de Córdoba. Los casos insólitos que fueron mostrados en un informe publicado por La Crónica de Córdoba el pasado 31 de mayo titulado “La reproducción de los votos”, y otra serie de casos igualmente absurdos fueron puestos en conocimiento de las autoridades electorales.
La delegada Departamental de la Registraduría Nacional del Estado Civil, Aida Alvarado Ramos, informó que ante sus despacho fueron presentadas un total de 24 denuncias de 18 municipios del departamento. Sin embargo, puede que haya muchas más, ya que esas quejas también pueden ser instauradas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), que es el que estudia y toma decisiones en estos casos.
Buenavista es el pueblo en el que se presentaron mayor número de denuncias ante la delegación, con 4; le sigue Moñitos, con 3; San Antero y Puerto Escondido, con dos cada uno.
Las autoridades electorales tienen un ‘cartapazo’ de denuncias soportadas con pruebas sobre transhumancia electoral en Córdoba, ahora solo se espera que así como se reprodujeron los votos se multipliquen las anulaciones.
El trasteo de Bijao
Según el Comité de Veeduría Ciudadanía por la Transparencia del Municipio de Puerto Libertador, en este municipio del sur del departamento más conocido como Bijao, fueron inscritos mil 535 ciudadanos que no tienen residencia en la localidad y por lo tanto no pueden intervenir en las elecciones de las autoridades locales.
Dicha Veeduría denunció la situación ante el CNE y le pidió abrir investigación por trashumancia electoral durante el 23 de febrero al 22 de mayo de 2011, temporada en la que estuvo abierto el proceso de inscripción. En dicho lapso se inscribieron un total de 6 mil 052 ciudadanos para votar en las elecciones del 30 de octubre de 2011, en esta localidad.
Esta denuncia, presentada a nombre de Rafael Emiro Moreno Garavito, también señala que tras las inscripciones en Puerto Libertador se registra un aumento incoherente del censo poblacional. La población está en 40 mil 584 habitantes, para las elecciones de 2010, de Congreso de y Presidencia, el potencial fue de 22 mil 045. Ahora como los nuevos inscritos de este año fueron 6 mil 054, queda un potencial de 28 mil 099 ciudadanos actos para votar en las próximas elecciones del 30 de octubre de 2011. Con este análisis quedan 12 mil 485 habitantes menores, entre los cero y los 17 años. Pero en Bijao hay 12 mil 500 estudiantes matriculados entre los 5 y los 17 años. Es decir, no existe población entre los 0 y los 4 años en este municipio.
Esta denuncia está respaldada por fotografías y videos que muestran carros cargados de gente, identificados con el nombre de uno de los aspirantes a la Alcaldía de esa localidad.
Ni tan ‘Purísima’ la inscripción
El censo electoral no es tan puro como el nombre del municipio. Así lo asegura un grupo de habitantes de Purísima que instauró una denuncia por transhumancia electoral ante la Registraduría.
En esta población del Bajo Sinú se inscribieron mil 689, lo que quiere decir que el potencial que en el último proceso electoral (elección de Presidente) fue de 11 mil 985, quedaría en 13 mil 674. La población de Purísima, según el Dane, es de 14 mil 853, lo que quiere decir, que la diferencia entre censos, electoral y poblacional, es apenas de mil 179. También se podría decir, que según esto, esa última cifra es la cantidad de menores de edad que tiene Purísima. ¿Será que sí?
La Personería Municipal de Purísima convocó a una reunión del Comité de Seguimiento Electoral y acordó solicitar la revisión de esos nuevos inscritos teniendo como base las fichas del Sisbén, para luego solicitar la baja de las inscripciones fraudulentas al CNE.
Cabe anotar que Purísima es quinta a nivel nacional en el mapa de riesgo por transhumancia y el primer municipio del país donde fue descabezado un alcalde por ese delito: Nicolás Álvarez Ortiz. La denuncia señala, además, que a este pueblo se trastearon votos de Lorica, Momil, Chimá y Coveñas (Sucre).
domingo, 5 de junio de 2011
Taxistas de Montería tienen zonas vedadas
Los taxistas de Montería dicen que por las noches hay lugares a los que se puede entrar pero no se puede salir.
Por Orlando Benítez Quintero
El temor a ir y no volver, a entrar pero no salir, en resumidas cuentas: la inseguridad y el pésimo estado de las vías, son las razones por las que los taxistas de Montería le impusieron un veto a más de una decena de sectores de la ciudad, sitios a los que ni por equivocación se arriesgan a ir.
Villa Cielo, Urbanización Monte Roble, Las Acacias, Villa Jiménez, Villa Los Alpes, El Paraíso, Villa Arleth, sector La Unión de Cantaclaro, Nueva Jerusalén, Nueva Belén y El Poblado, en la margen izquierda, barrios de las comunas 1, 4 y 6 de la ciudad, son considerados zona roja por los taxistas.
El veto es más que todo para las carreras nocturnas, pero hay algunas de estas zonas a las que ni de día se arriesgan a entrar.
En un recorrido por cada uno de esos puntos comprobamosque muchas de las cosas que denuncian los taxistas. Son caminos maltrechos, oscuros, junto a lotes enmontados fáciles para el escondite de los amigos de lo ajeno y en los que la presencia policial es prácticamente nula. En ningún momento del recorrido este equipo periodístico se cruzó con una patrulla o unidad de la Policía.
‘Siga derecho’
Uno de los puntos críticos es la vía a Villa Cielo, por estos días en deplorable condición. Son varios los casos en el que estos vehículos de servicio público toman carreras rumbo a la urbanización Villa Sorrento, más allá de la Terminal de Transporte, y cuando están a punto de desviarse para entrar a ese destino, los clientes sacan cuchillos o armas de fuego y le dicen al chofer que siga derecho, es decir, hacia Villa Cielo. Allí, en ese oscuro y destapado camino los despojan de la plata del producido del taxi, le piden la llave del carro y se las botan. Luego huyen corriendo.
Los ‘pescan’ saliendo
A Monte Roble no es tanto ir sino salir. El camino de acceso a esta urbanización, ubicada detrás del barrio Caribe, cerca de un kilómetro del CAI Cantaclaro está tupida, a lado y lado, de monte. Allí se esconden los pelaos cuando ven entrar un taxi y cuando este regresa le bloquean el paso y despojan al conductor del dinero. Por eso cuando la noche cae es imposible conseguir un taxista que se arriesgue a ir.
Riesgos en La Unión
Cantaclaro, el barrio más grande de la ciudad, tiene su zona crítica, el sector La Unión. Según taxistas consultados, la ye donde se separan las vías que van a Nueva Belén y la que se interna a La Unión, es el punto crítico en el que muchas veces se han registrado asaltos a taxistas. La modalidad es similar a las demás, grupos de jóvenes que les bloquean el paso a los conductores, que luego amenazan y despojan del botín.
Belén y Jerusalén no son tan santos
Ni de día ni de noche los taxistas se atreven a adentrarse con carreras a Nueva Jerusalén y Nueva Belén, ciudades santas en la historia bíblica, pero peligrosas y tristes en los cuentos de los taxistas de Montería.
En ese sector han sido robados estos maestros del volante por bandas organizadas armadas hasta con pistolas 9 milímetros. De esto da fe ‘El Negro’ (omitimos el nombre por seguridad), quien en diciembre de 2010 se arriesgó a llegar a Nueva Belén con una carrera que había tomado en el barrio El Dorado, margen izquierda. Cuando llegó se encontró de frente con un grupo de muchachos que vieron que sacó un fajo de billetes para entregarle el vuelto a su cliente, que sospechosamente saludó a uno de los pelaos que venía y antes de que pudiera dar la vuelta uno de éstos, no mayor de 17 años, le puso una pistola 9 mm y le dijo “dame la plata o te pego un tiro en el corazón”. No le quedó de otra que hacerle caso y devolverse por donde vino. Avisó a la central de radio y luego llegaron al sitio algunos compañeros y la Policía, con los que empezaron a buscar al atracador. No lo encontraron, pero sí hallaron una advertencia dos tipos en moto pararon al taxista y le dijeron que dejaran de buscar en el barrio, que los iban a “calentar” y le mostraron las armas que llevaban en el cinto.
Dice que el que lo robó fue un reconocido y peligroso malandro de la zona al que apodan ‘El Tito’.
Un cruce ‘mortal’
Otro punto de espera de los asalta taxis es el puente que divide a los barrios Villa Ana y Villa del Rosario y por el que se cruza a El Paraíso, Villa Jiménez, Villa Arleth, Villa Los Alpes, Las Acacias, entre otros. En ese sitio salen de la nada y saltan sobre el puente un grupo de ágiles landronzuelos, que obstaculizan el paso y despojan al conductor del billete. Esto lo hacen aprovechando la soledad de las madrugadas, a que el puente es muy alto y los vehículos deben bajar la velocidad. Además, los sectores aledaños al puente que está sobre un canal, es usado por viciosos como ‘oasis’ para el consumo de marihuana y ‘perico’.
- Hace 2 años fue creada la Red de Apoyo de Taxistas de Montería, una línea directa entre conductores y Policía para reportar acciones criminales. Según los propios taxistas, ha funcionado, pero la Policía no entra a muchos sitios a donde ellos van.
- Según un sondeo entre taxistas no hay sitios del sur de la ciudad vedados. La razón es que para esos sectores no es habitual que salgan servicio (carreras) después de la media noche. Allá prefieren la mototaxi.
- El último robo a un taxi del que se tuvo noticias en Montería ocurrió el martes 31 de mayo a las 3:00 de la mañana en el barrio Panzenú. El taxista ya iba a guardar el vehículo cuando fue asaltado por un joven que se hizo pasar por miembro de la Sijín.
Afectados opinan
- Juan Julián De la Ossa, presidente de la Junta de Acción Comunal de Villa Cielo: “Es cierto que para acá no se meten los taxis, pero creo que más que por un problema de seguridad es por la vía de acceso. Le pedimos al Alcalde que nos ayude porque nosotros también necesitamos el servicio de taxis”.
-Soro Padilla Montalvo, presidente de Asocomuseis: “Considero que el veto es por una simple presunción de los taxistas, no tienen pruebas. Lo que están haciendo es estigmatizar a nuestro barrio, aquí nunca han matado a un taxista o cosa parecida, han asesinado a taxistas de Cantaclaro, pero en otros sectores de la ciudad”.
-Óscar Casarrubia, líder comunitario del barrio Nueva Belén: “Los problemas de inseguridad nos tienen azotados y una de las consecuencias de esa situación es que los taxistas no quieran ir hasta nuestro sector, incluso, acá han atracado hasta buses de transporte urbano a plena luz del día”.
El temor a ir y no volver, a entrar pero no salir, en resumidas cuentas: la inseguridad y el pésimo estado de las vías, son las razones por las que los taxistas de Montería le impusieron un veto a más de una decena de sectores de la ciudad, sitios a los que ni por equivocación se arriesgan a ir.
Villa Cielo, Urbanización Monte Roble, Las Acacias, Villa Jiménez, Villa Los Alpes, El Paraíso, Villa Arleth, sector La Unión de Cantaclaro, Nueva Jerusalén, Nueva Belén y El Poblado, en la margen izquierda, barrios de las comunas 1, 4 y 6 de la ciudad, son considerados zona roja por los taxistas.
El veto es más que todo para las carreras nocturnas, pero hay algunas de estas zonas a las que ni de día se arriesgan a entrar.
En un recorrido por cada uno de esos puntos comprobamosque muchas de las cosas que denuncian los taxistas. Son caminos maltrechos, oscuros, junto a lotes enmontados fáciles para el escondite de los amigos de lo ajeno y en los que la presencia policial es prácticamente nula. En ningún momento del recorrido este equipo periodístico se cruzó con una patrulla o unidad de la Policía.
‘Siga derecho’
Uno de los puntos críticos es la vía a Villa Cielo, por estos días en deplorable condición. Son varios los casos en el que estos vehículos de servicio público toman carreras rumbo a la urbanización Villa Sorrento, más allá de la Terminal de Transporte, y cuando están a punto de desviarse para entrar a ese destino, los clientes sacan cuchillos o armas de fuego y le dicen al chofer que siga derecho, es decir, hacia Villa Cielo. Allí, en ese oscuro y destapado camino los despojan de la plata del producido del taxi, le piden la llave del carro y se las botan. Luego huyen corriendo.
Los ‘pescan’ saliendo
A Monte Roble no es tanto ir sino salir. El camino de acceso a esta urbanización, ubicada detrás del barrio Caribe, cerca de un kilómetro del CAI Cantaclaro está tupida, a lado y lado, de monte. Allí se esconden los pelaos cuando ven entrar un taxi y cuando este regresa le bloquean el paso y despojan al conductor del dinero. Por eso cuando la noche cae es imposible conseguir un taxista que se arriesgue a ir.
Riesgos en La Unión
Cantaclaro, el barrio más grande de la ciudad, tiene su zona crítica, el sector La Unión. Según taxistas consultados, la ye donde se separan las vías que van a Nueva Belén y la que se interna a La Unión, es el punto crítico en el que muchas veces se han registrado asaltos a taxistas. La modalidad es similar a las demás, grupos de jóvenes que les bloquean el paso a los conductores, que luego amenazan y despojan del botín.
Belén y Jerusalén no son tan santos
Ni de día ni de noche los taxistas se atreven a adentrarse con carreras a Nueva Jerusalén y Nueva Belén, ciudades santas en la historia bíblica, pero peligrosas y tristes en los cuentos de los taxistas de Montería.
En ese sector han sido robados estos maestros del volante por bandas organizadas armadas hasta con pistolas 9 milímetros. De esto da fe ‘El Negro’ (omitimos el nombre por seguridad), quien en diciembre de 2010 se arriesgó a llegar a Nueva Belén con una carrera que había tomado en el barrio El Dorado, margen izquierda. Cuando llegó se encontró de frente con un grupo de muchachos que vieron que sacó un fajo de billetes para entregarle el vuelto a su cliente, que sospechosamente saludó a uno de los pelaos que venía y antes de que pudiera dar la vuelta uno de éstos, no mayor de 17 años, le puso una pistola 9 mm y le dijo “dame la plata o te pego un tiro en el corazón”. No le quedó de otra que hacerle caso y devolverse por donde vino. Avisó a la central de radio y luego llegaron al sitio algunos compañeros y la Policía, con los que empezaron a buscar al atracador. No lo encontraron, pero sí hallaron una advertencia dos tipos en moto pararon al taxista y le dijeron que dejaran de buscar en el barrio, que los iban a “calentar” y le mostraron las armas que llevaban en el cinto.
Dice que el que lo robó fue un reconocido y peligroso malandro de la zona al que apodan ‘El Tito’.
Un cruce ‘mortal’
Otro punto de espera de los asalta taxis es el puente que divide a los barrios Villa Ana y Villa del Rosario y por el que se cruza a El Paraíso, Villa Jiménez, Villa Arleth, Villa Los Alpes, Las Acacias, entre otros. En ese sitio salen de la nada y saltan sobre el puente un grupo de ágiles landronzuelos, que obstaculizan el paso y despojan al conductor del billete. Esto lo hacen aprovechando la soledad de las madrugadas, a que el puente es muy alto y los vehículos deben bajar la velocidad. Además, los sectores aledaños al puente que está sobre un canal, es usado por viciosos como ‘oasis’ para el consumo de marihuana y ‘perico’.
Zonas rojas para taxistas
Datos sueltos:- Hace 2 años fue creada la Red de Apoyo de Taxistas de Montería, una línea directa entre conductores y Policía para reportar acciones criminales. Según los propios taxistas, ha funcionado, pero la Policía no entra a muchos sitios a donde ellos van.
- Según un sondeo entre taxistas no hay sitios del sur de la ciudad vedados. La razón es que para esos sectores no es habitual que salgan servicio (carreras) después de la media noche. Allá prefieren la mototaxi.
- El último robo a un taxi del que se tuvo noticias en Montería ocurrió el martes 31 de mayo a las 3:00 de la mañana en el barrio Panzenú. El taxista ya iba a guardar el vehículo cuando fue asaltado por un joven que se hizo pasar por miembro de la Sijín.
Afectados opinan
- Juan Julián De la Ossa, presidente de la Junta de Acción Comunal de Villa Cielo: “Es cierto que para acá no se meten los taxis, pero creo que más que por un problema de seguridad es por la vía de acceso. Le pedimos al Alcalde que nos ayude porque nosotros también necesitamos el servicio de taxis”.
-Soro Padilla Montalvo, presidente de Asocomuseis: “Considero que el veto es por una simple presunción de los taxistas, no tienen pruebas. Lo que están haciendo es estigmatizar a nuestro barrio, aquí nunca han matado a un taxista o cosa parecida, han asesinado a taxistas de Cantaclaro, pero en otros sectores de la ciudad”.
-Óscar Casarrubia, líder comunitario del barrio Nueva Belén: “Los problemas de inseguridad nos tienen azotados y una de las consecuencias de esa situación es que los taxistas no quieran ir hasta nuestro sector, incluso, acá han atracado hasta buses de transporte urbano a plena luz del día”.
viernes, 3 de junio de 2011
Hay amores que matan
Cuatro hechos en los que el amor, los celos y las pasiones hicieron correr sangre de hombres y mujeres, han estremecido al departamento de Córdoba en los últimos dos meses. Crímenes pasionales, seres enloquecidos y cegados por la rabia de la traición que comprobaron la certeza de frase de muchos autores: “hay amores que matan”.
Estas tragedias, que enlutaron a familias de Montería y San Pelayo, ocurrieron a lo largo de un mes, entre el 26 de abril y el 28 de mayo y dejaron un saldo de 4 muertos (2 mujeres y otro par de hombres) y dos heridas. Todos esos homicidios fueron cometidos con filosas armas blancas.
4 víctimas de la pasión
-El primero de los casos se registró la noche del miércoles 26 de abril en el barrio Furatena, sur de Montería. María del Socorro Mogrovejo, junto a su hija de 17 años, asesinó a su ex marido, Iván José Ospina, con un machete. “Yo nunca pensé quitarle la vida. Lo que pasa es que estaba tan cansada del maltrato de ese señor, que llegó un momento en que reaccioné y pasó lo que pasó”, le dijo la homicida a EL PROPIO un día después de haberle pegado 10 machetazos mortales a su ex que, según contó, la acosaba cada vez que se emborrachaba.
-Pasaron varias semanas hasta que el 21 de mayo volvieron los amores que matan. Fue en el barrio Alfonso López y allí la víctima fue una mujer.
José Antonio Martínez, de 48 años de edad, le propinó por lo menos 9 puñaladas con un cuchillo de acero inoxidable a su ex mujer, Amelia Eclisilda Mercado Álvarez, de 43 años. Amelia Eclisilda estaba separada de José Antonio, debido al maltrato físico que este le daba. El hombre hacía un mes aproximadamente se había ido para Venezuela para intentar olvidarla, pero regresó a cometer el atroz crimen.
-La tarde del viernes 27 de mayo en el interior de una casucha del sector Playa Brígida del populoso barrio Sucre (calle 44 con carrera 1ª), de Montería, un hombre enloquecido por los celos en su intención de matar a su esposa se llevó por delante con un cuchillo a la suegra y a una cuñada. Esta última fue la que pagó los platos rotos, pues recibió una puñalada en el abdomen que la mató. El homicida fue Julio Miguel Camargo Tordecilla, de 27 años de edad y su víctima mortal fue Marialis Mendoza Lugo, su cuñada. La suegra del tipo, Clemencia Lugo, resultó herida de gravedad y la mujer -por la que iba- resultó con heridas leves.
-Este trágico ciclo pasional se cerró un día después en el corregimiento El Bongo, San Pelayo la tarde del sábado 28 de mayo y la víctima fue un amante furtivo de una mujer casada. Hugo Antonio Ramos Arteaga, más conocido como ‘el pipi’, fue sorprendido por Alis Alfredo Ávila Cogollo, de 32 años de edad, en pleno acto sexual con su mujer. Ávila Cogollo perdió el control y arremetió contra ‘el pipi’, su vecino y amigo de infancia, propinándole una puñalada en la boca del estómago y acabó con sus vida. El homicida se entregó y confesó que lo hizo porque no soportó la traición.
¿Qué es un crimen pasional?
Es un delito en el que el agresor comete un crimen, especialmente un ataque o asesinato contra su esposa (o) o contra un amante a causa de un repentino impulso ocasionado por los celos o la rabia. No es una acción planeada. Un crimen pasional típico podría darse entre un marido que descubre que su esposa le ha sido infiel y se lanza a golpearla brutalmente o incluso a matarla a ella o también a su amante. Hay que decir que las mujeres cometen crímenes de este tipo.
En ciertos países, sobre todo en Francia, el crimen pasional constituía una defensa válida en casos de asesinato. Durante el siglo XIX algunas sentencias podían terminar en un arresto durante dos años para el asesino, mientras que la esposa terminaba muerta.
Los hombres matan más, en las mujeres se ve peor
Según Javier Sáenz Obregón, de la Revista Colombiana de Atropología, en este país cinco de cada seis homicidios ‘pasionales’ son cometidos por hombres. Sin embargo, “Los relatos jurídicos y de los testigos tienden a exculpar al hombre por estar sorprendido por su pasión, sea esta catalogada como celos o exceso de amor.
Sáenz Obregón también señala que estos relatos son especialmente severos con la mujer: a diferencia de lo que pasa con el hombre homicida, a la mujer no la excusa, sino que se tienden a señalar que actuó con sevicia y predeterminación.
Amores peligrosos
El psicólogo argentino Walter Riso investigó ocho tipos de amores peligrosos y publicó un libro sobre el tema. Muchos de estos amores son fruto de la manera en que se llevan las relaciones, otros tienen un componente genético. Lo cierto es que es posible identificarlos cuando está comenzando la relación y evitar una tragedia:
1. Amor hostigante: se busca ser el centro de atención de la pareja.
2. Amor paranoide: la persona piensa que la van a lastimar y está a la defensiva todo el tiempo.
3. Amor subversivo: se ve a la pareja como una fuente de autoridad, pero existe la necesidad de rebelarse.
4. Amor perfeccionista: la espontaneidad es vista como falta de autocontrol.
5. Amor narcisista: el egoísmo protagoniza la relación.
6. Amor antisocial: cuando se desprecia al otro.
7. Amor esquizoide: es la máxima expresión de indiferencia.
8. Amor caótico: se ama a alguien y al segundo se odia.
Estas tragedias, que enlutaron a familias de Montería y San Pelayo, ocurrieron a lo largo de un mes, entre el 26 de abril y el 28 de mayo y dejaron un saldo de 4 muertos (2 mujeres y otro par de hombres) y dos heridas. Todos esos homicidios fueron cometidos con filosas armas blancas.
4 víctimas de la pasión
-El primero de los casos se registró la noche del miércoles 26 de abril en el barrio Furatena, sur de Montería. María del Socorro Mogrovejo, junto a su hija de 17 años, asesinó a su ex marido, Iván José Ospina, con un machete. “Yo nunca pensé quitarle la vida. Lo que pasa es que estaba tan cansada del maltrato de ese señor, que llegó un momento en que reaccioné y pasó lo que pasó”, le dijo la homicida a EL PROPIO un día después de haberle pegado 10 machetazos mortales a su ex que, según contó, la acosaba cada vez que se emborrachaba.
-Pasaron varias semanas hasta que el 21 de mayo volvieron los amores que matan. Fue en el barrio Alfonso López y allí la víctima fue una mujer.
José Antonio Martínez, de 48 años de edad, le propinó por lo menos 9 puñaladas con un cuchillo de acero inoxidable a su ex mujer, Amelia Eclisilda Mercado Álvarez, de 43 años. Amelia Eclisilda estaba separada de José Antonio, debido al maltrato físico que este le daba. El hombre hacía un mes aproximadamente se había ido para Venezuela para intentar olvidarla, pero regresó a cometer el atroz crimen.
-La tarde del viernes 27 de mayo en el interior de una casucha del sector Playa Brígida del populoso barrio Sucre (calle 44 con carrera 1ª), de Montería, un hombre enloquecido por los celos en su intención de matar a su esposa se llevó por delante con un cuchillo a la suegra y a una cuñada. Esta última fue la que pagó los platos rotos, pues recibió una puñalada en el abdomen que la mató. El homicida fue Julio Miguel Camargo Tordecilla, de 27 años de edad y su víctima mortal fue Marialis Mendoza Lugo, su cuñada. La suegra del tipo, Clemencia Lugo, resultó herida de gravedad y la mujer -por la que iba- resultó con heridas leves.
-Este trágico ciclo pasional se cerró un día después en el corregimiento El Bongo, San Pelayo la tarde del sábado 28 de mayo y la víctima fue un amante furtivo de una mujer casada. Hugo Antonio Ramos Arteaga, más conocido como ‘el pipi’, fue sorprendido por Alis Alfredo Ávila Cogollo, de 32 años de edad, en pleno acto sexual con su mujer. Ávila Cogollo perdió el control y arremetió contra ‘el pipi’, su vecino y amigo de infancia, propinándole una puñalada en la boca del estómago y acabó con sus vida. El homicida se entregó y confesó que lo hizo porque no soportó la traición.
¿Qué es un crimen pasional?
Es un delito en el que el agresor comete un crimen, especialmente un ataque o asesinato contra su esposa (o) o contra un amante a causa de un repentino impulso ocasionado por los celos o la rabia. No es una acción planeada. Un crimen pasional típico podría darse entre un marido que descubre que su esposa le ha sido infiel y se lanza a golpearla brutalmente o incluso a matarla a ella o también a su amante. Hay que decir que las mujeres cometen crímenes de este tipo.
En ciertos países, sobre todo en Francia, el crimen pasional constituía una defensa válida en casos de asesinato. Durante el siglo XIX algunas sentencias podían terminar en un arresto durante dos años para el asesino, mientras que la esposa terminaba muerta.
Los hombres matan más, en las mujeres se ve peor
Según Javier Sáenz Obregón, de la Revista Colombiana de Atropología, en este país cinco de cada seis homicidios ‘pasionales’ son cometidos por hombres. Sin embargo, “Los relatos jurídicos y de los testigos tienden a exculpar al hombre por estar sorprendido por su pasión, sea esta catalogada como celos o exceso de amor.
Sáenz Obregón también señala que estos relatos son especialmente severos con la mujer: a diferencia de lo que pasa con el hombre homicida, a la mujer no la excusa, sino que se tienden a señalar que actuó con sevicia y predeterminación.
Amores peligrosos
El psicólogo argentino Walter Riso investigó ocho tipos de amores peligrosos y publicó un libro sobre el tema. Muchos de estos amores son fruto de la manera en que se llevan las relaciones, otros tienen un componente genético. Lo cierto es que es posible identificarlos cuando está comenzando la relación y evitar una tragedia:
1. Amor hostigante: se busca ser el centro de atención de la pareja.
2. Amor paranoide: la persona piensa que la van a lastimar y está a la defensiva todo el tiempo.
3. Amor subversivo: se ve a la pareja como una fuente de autoridad, pero existe la necesidad de rebelarse.
4. Amor perfeccionista: la espontaneidad es vista como falta de autocontrol.
5. Amor narcisista: el egoísmo protagoniza la relación.
6. Amor antisocial: cuando se desprecia al otro.
7. Amor esquizoide: es la máxima expresión de indiferencia.
8. Amor caótico: se ama a alguien y al segundo se odia.
martes, 31 de mayo de 2011
La reproducción de los votos
Un pueblo en el que el número de personas aptas para votar en las próximas elecciones superaría la población, otro en el que con la cantidad de inscritos podría elegir sin problemas un diputado y poblaciones recién creadas que doblaron su censo electoral en menos de tres años, son apenas algunas de las situaciones insólitas que dejó el proceso de inscripción de cédulas en Córdoba.
No hay menores, todos votanLa situación más increíble se registra en el municipio de Buenavista. Allí podrían haber más personas aptas para votar que habitantes en las elecciones del próximo 30 de octubre.
En el proceso de inscripción que se cerró el pasado 22 de mayo, se inscribieron 4 mil 248 cédulas en esta localidad. Si ese número de inscritos se le suma al último censo electoral para las elecciones presidenciales de junio de 2010 (16.334), el potencial de votantes alcanzaría los 20 mil 582 y si se tiene en cuenta que según el Departamento Nacional de Estadísticas (Dane), Buenavista tiene 20 mil 252 moradores, es decir, en este pueblo hay menos habitantes que electores. La diferencia sería 330 personas.
Y es que el número de inscritos supera sin problemas el número de votos con el que fue electo el actual Alcalde de esa municipalidad, Edwin Herazo Jiménez, del Partido Liberal, quien en las votaciones del 26 de octubre de 2007, sacó 4 mil 123 votos. Pero hay un antecedente más reciente, en la segunda vuelta presidencial (20 de junio de 2010), Juan Manuel Santos, actual mandatario de los colombianos, sacó 4 mil 356, casi el mismo número de personas inscritas en esta oportunidad.
La mano de los políticos y su trashumancia también se nota en Sahagún al comparar el censo electoral (85.717) que quedaría después del proceso de inscripción reciente y el censo de población. Según El Dane, este pueblo tiene 86 mil 189 habitantes, es decir, 472 de diferencia entre un censo y otro. Según esto, ese número es la cantidad de menores de edad que tiene Sahagún, cosa insólita pues la cifra no es ni la mitad de los estudiantes matriculados en la Institución Educativa El Nacional, apenas uno de los planteles educativos de dicha población.
Montería lleva la banderaA pesar de que se ha denunciado que muchos de los votos que trastean son de la capital de Córdoba, Montería no se quedó atrás en esta vieja práctica de nuestra política. La ciudad lidera el ranking de las inscripciones con 41 mil 775, una cifra no muy lejana, teniendo en cuenta el tamaño de la población, de la cantidad de votos que obtuvo Marcos Daniel Pineda García para convertirse en Alcalde de Montería, en 2007, que fue de 56.900.
Los nuevos se duplicanLlama también la atención como crecieron los potenciales electorales de los municipios más jóvenes del departamento: San José de Uré y Tuchín. Menos de dos años después de sus primeras elecciones populares para escoger alcaldes y concejales (14 de septiembre de 2008) estas localidades casi que duplican con las inscripciones en el número de sufragantes.
Vladimir Londoño, el suspendido y detenido Alcalde de Uré, llegó al primer cargo del joven municipio con 902 votos en unas elecciones en las que votaron 2 mil 057 uresanos. Para la contienda del 30 de octubre próximo ya más de 7 mil personas son las que estarían aptas para votar.
Para el caso de Tuchín que en su corto tiempo de vida administrativa ha tenido líos jurídicos porque había dudas sobre si tenía o no la población requerida para ser municipio (14 mil) hoy podrían haber 17 mil 662 ¿tuchineros? aptos para ejercer el derecho al voto. ¡Como cambian los tiempos!
Sumando, restando, multiplicando se podrían hallar muchas más curiosidades en este proceso electoral que se inició con toda la furia, por lo menos eso dejan estas cifras. Parece que los políticos compiten desde el día en que dijeron: las inscripciones están abiertas.
No hay menores, todos votanLa situación más increíble se registra en el municipio de Buenavista. Allí podrían haber más personas aptas para votar que habitantes en las elecciones del próximo 30 de octubre.
En el proceso de inscripción que se cerró el pasado 22 de mayo, se inscribieron 4 mil 248 cédulas en esta localidad. Si ese número de inscritos se le suma al último censo electoral para las elecciones presidenciales de junio de 2010 (16.334), el potencial de votantes alcanzaría los 20 mil 582 y si se tiene en cuenta que según el Departamento Nacional de Estadísticas (Dane), Buenavista tiene 20 mil 252 moradores, es decir, en este pueblo hay menos habitantes que electores. La diferencia sería 330 personas.
Y es que el número de inscritos supera sin problemas el número de votos con el que fue electo el actual Alcalde de esa municipalidad, Edwin Herazo Jiménez, del Partido Liberal, quien en las votaciones del 26 de octubre de 2007, sacó 4 mil 123 votos. Pero hay un antecedente más reciente, en la segunda vuelta presidencial (20 de junio de 2010), Juan Manuel Santos, actual mandatario de los colombianos, sacó 4 mil 356, casi el mismo número de personas inscritas en esta oportunidad.
En municipios como Buenavista y San José de Uré ya se preparan demandas contra el proceso de inscripción.
En Sahagún sacan un diputadoPero uno de los municipios que lideró la tabla de inscripciones en Córdoba, fue Sahagún, tierra de grandes ‘caciques’ políticos, uno de los pocos que se da el lujo de tener dos senadores (Musa Besaile y ‘Ñoño’ Elías). En esa ciudad de la Sabana se inscribieron un total de 15 mil 157 cédulas, una cifra nada despreciable para alguien que quiera aspirar, por ejemplo, a la Asamblea. Hay diputados como Guillermo ‘El Guillo’ Corrales, uno de los que ganó su curul sin problemas en las elecciones de 2007, que sacaron 15 mil 220 votos, casi el mismo número de inscripciones registradas en Sahagún o también el caso de Jorge Benítez, de Cambio Radical, que salió electo casi con la mitad de los sufragios de ‘El Guillo’, 7 mil 696.La mano de los políticos y su trashumancia también se nota en Sahagún al comparar el censo electoral (85.717) que quedaría después del proceso de inscripción reciente y el censo de población. Según El Dane, este pueblo tiene 86 mil 189 habitantes, es decir, 472 de diferencia entre un censo y otro. Según esto, ese número es la cantidad de menores de edad que tiene Sahagún, cosa insólita pues la cifra no es ni la mitad de los estudiantes matriculados en la Institución Educativa El Nacional, apenas uno de los planteles educativos de dicha población.
Montería lleva la banderaA pesar de que se ha denunciado que muchos de los votos que trastean son de la capital de Córdoba, Montería no se quedó atrás en esta vieja práctica de nuestra política. La ciudad lidera el ranking de las inscripciones con 41 mil 775, una cifra no muy lejana, teniendo en cuenta el tamaño de la población, de la cantidad de votos que obtuvo Marcos Daniel Pineda García para convertirse en Alcalde de Montería, en 2007, que fue de 56.900.
En Moñitos se inscribieron más de 3 mil personas, casi la misma cantidad que eligió a José Hernández González, actual Alcalde. Pueblo chiquito...
Los nuevos se duplicanLlama también la atención como crecieron los potenciales electorales de los municipios más jóvenes del departamento: San José de Uré y Tuchín. Menos de dos años después de sus primeras elecciones populares para escoger alcaldes y concejales (14 de septiembre de 2008) estas localidades casi que duplican con las inscripciones en el número de sufragantes.
Vladimir Londoño, el suspendido y detenido Alcalde de Uré, llegó al primer cargo del joven municipio con 902 votos en unas elecciones en las que votaron 2 mil 057 uresanos. Para la contienda del 30 de octubre próximo ya más de 7 mil personas son las que estarían aptas para votar.
Para el caso de Tuchín que en su corto tiempo de vida administrativa ha tenido líos jurídicos porque había dudas sobre si tenía o no la población requerida para ser municipio (14 mil) hoy podrían haber 17 mil 662 ¿tuchineros? aptos para ejercer el derecho al voto. ¡Como cambian los tiempos!
Sumando, restando, multiplicando se podrían hallar muchas más curiosidades en este proceso electoral que se inició con toda la furia, por lo menos eso dejan estas cifras. Parece que los políticos compiten desde el día en que dijeron: las inscripciones están abiertas.
jueves, 26 de mayo de 2011
Dolor sobre dolor: uno a uno acabaron con sus hijos
Por Orlando Benítez Quintero
De mayor a menor, así acabaron con los hermanos Hernández Herrera, los cuatro hijos de Marcelino Hernández y Carmen Herrera, unos padres que se acostumbraron a enterrar a sus hijos y a vivir dolor sobre dolor.
En el rancho de palma de la finca La Guaca, ubicada sobre un alto de la vereda Las Manuelitas, corregimiento Bongamella, San Pelayo, se llora con resignación a Isidoro o ‘El Cuba’, como era más conocido, el menor y último sobreviviente de estos hermanos. A él lo mataron el 24 de mayo pasado, a las 3:30 de la tarde sobre el camino que baja de la mayoría de la finca La Guaca, a no más de un kilómetro de distancia. Iba en un mulo a picar una semilla de ñame para un cultivo que pensaba sembrar, cuando dos hombres en moto lo abordaron, cruzaron unas cuantas palabras con él y le pegaron cuatro tiros.
No pasaron 20 minutos y la noticia llegó a La Guaca, un vecino le fue a avisar a Marcelino Hernández, el padre de ‘El Cuba’, quien no dudó en salir para el lugar donde estaba el cuerpo del único hijo que le quedaba y en medio de un llanto de hombre fuerte, con el dolor por dentro, lo cargó en sus hombros y lo llevó hasta su casa. Allí, sobre una mesa, comenzó una nueva velación, la más anunciada de todas.
Isidoro tenía 42 años y hacía 7 meses había regresado a La Guaca, de aquí había sido desterrado, alguien lo quería matar desde entonces. Unos tipos lo fueron a buscar una noche a su casa pero patearon las puertas equivocadas, la de una casa vecina y a ‘El Cuba’ le dio tiempo de volarse. Fue cuando decidió apartarse, irse lejos para evadir sus ‘culebras’, poco después regresó convencido de que podía seguir viviendo tranquilo, pero no fue así, más temprano que tarde la muerte lo halló en el camino.
Todo comenzó en un fandango
La tragedia empezó hace 17 años. El 23 de enero de 1993, en el caserío El Tesoro, cerca a La Guaca, se festejaba un fandango y de la fiesta disfrutaba Marcelino, el mayor de los Hernández Herrera. La celebración terminó cuando el sonido de los balazos reemplazó el de la música. El saldo del repentino ataque de un grupo enloquecido de hombres armados fue de un muerto y varios músicos heridos, la víctima mortal fue Marcelino, quien en ese entoces tenía 33 años de edad. Marcelino padre, dice que nunca supo las razones de su crimen.
Las balas siguieron sonando
Tres años después, el 8 de diciembre de 1996, cuando en el caserío Buenavista se festejaba la tradicional Fiesta de la Concepción con el infaltable fandango, mataron a Antonio o ‘Toño’, de 34 años, el segundo de los hijos de Marcelino y Carmen. El amor de una mujer causó la tragedia. Un hombre dolido porque ‘Toño’ le arrebató ese cariño, lo mató a balazos esa noche de fiesta.
... Y quedó uno
Luis, tenía 45 años de edad y era el penúltimo de los hermanos. Alguien lo abordó una noche en el potrero que estaba entre su casa y La Guaca, el hogar de sus padres y su lugar de destino. Se escucharon varios impactos y minutos más tarde se dieron cuenta que lo habían matado. Fue un Martes Santo, el 7 de abril de 2009. Mataron a Luis y sólo quedaba uno, Isidoro, ‘El Cuba’, quien terminó cerrando este círculo trágico. A Marcelino Hernández y Carmen Herrera ya no le quedan hijos.
“Por ahí dicen que cada quien nace con su estrella y parece que esta es la de nosotros, no sé si será el destino”, sentencia Marcelino Hernández, tal vez resignado por esta suerte que le tocó vivir. “Esto ha sido dolor sobre dolor”.
Tal vez consciente de ese destino, Marcelino Hernández, compró cuatro espacios en el cementerio de San Pelayo y este jueves 26 de mayo completó el cupo, enterró a Isidoro, el último hijo vivo que le quedaba.
De mayor a menor, así acabaron con los hermanos Hernández Herrera, los cuatro hijos de Marcelino Hernández y Carmen Herrera, unos padres que se acostumbraron a enterrar a sus hijos y a vivir dolor sobre dolor.
En el rancho de palma de la finca La Guaca, ubicada sobre un alto de la vereda Las Manuelitas, corregimiento Bongamella, San Pelayo, se llora con resignación a Isidoro o ‘El Cuba’, como era más conocido, el menor y último sobreviviente de estos hermanos. A él lo mataron el 24 de mayo pasado, a las 3:30 de la tarde sobre el camino que baja de la mayoría de la finca La Guaca, a no más de un kilómetro de distancia. Iba en un mulo a picar una semilla de ñame para un cultivo que pensaba sembrar, cuando dos hombres en moto lo abordaron, cruzaron unas cuantas palabras con él y le pegaron cuatro tiros.
No pasaron 20 minutos y la noticia llegó a La Guaca, un vecino le fue a avisar a Marcelino Hernández, el padre de ‘El Cuba’, quien no dudó en salir para el lugar donde estaba el cuerpo del único hijo que le quedaba y en medio de un llanto de hombre fuerte, con el dolor por dentro, lo cargó en sus hombros y lo llevó hasta su casa. Allí, sobre una mesa, comenzó una nueva velación, la más anunciada de todas.
Isidoro tenía 42 años y hacía 7 meses había regresado a La Guaca, de aquí había sido desterrado, alguien lo quería matar desde entonces. Unos tipos lo fueron a buscar una noche a su casa pero patearon las puertas equivocadas, la de una casa vecina y a ‘El Cuba’ le dio tiempo de volarse. Fue cuando decidió apartarse, irse lejos para evadir sus ‘culebras’, poco después regresó convencido de que podía seguir viviendo tranquilo, pero no fue así, más temprano que tarde la muerte lo halló en el camino.
Todo comenzó en un fandango
La tragedia empezó hace 17 años. El 23 de enero de 1993, en el caserío El Tesoro, cerca a La Guaca, se festejaba un fandango y de la fiesta disfrutaba Marcelino, el mayor de los Hernández Herrera. La celebración terminó cuando el sonido de los balazos reemplazó el de la música. El saldo del repentino ataque de un grupo enloquecido de hombres armados fue de un muerto y varios músicos heridos, la víctima mortal fue Marcelino, quien en ese entoces tenía 33 años de edad. Marcelino padre, dice que nunca supo las razones de su crimen.
Las balas siguieron sonando
Tres años después, el 8 de diciembre de 1996, cuando en el caserío Buenavista se festejaba la tradicional Fiesta de la Concepción con el infaltable fandango, mataron a Antonio o ‘Toño’, de 34 años, el segundo de los hijos de Marcelino y Carmen. El amor de una mujer causó la tragedia. Un hombre dolido porque ‘Toño’ le arrebató ese cariño, lo mató a balazos esa noche de fiesta.
... Y quedó uno
Luis, tenía 45 años de edad y era el penúltimo de los hermanos. Alguien lo abordó una noche en el potrero que estaba entre su casa y La Guaca, el hogar de sus padres y su lugar de destino. Se escucharon varios impactos y minutos más tarde se dieron cuenta que lo habían matado. Fue un Martes Santo, el 7 de abril de 2009. Mataron a Luis y sólo quedaba uno, Isidoro, ‘El Cuba’, quien terminó cerrando este círculo trágico. A Marcelino Hernández y Carmen Herrera ya no le quedan hijos.
“Por ahí dicen que cada quien nace con su estrella y parece que esta es la de nosotros, no sé si será el destino”, sentencia Marcelino Hernández, tal vez resignado por esta suerte que le tocó vivir. “Esto ha sido dolor sobre dolor”.
Tal vez consciente de ese destino, Marcelino Hernández, compró cuatro espacios en el cementerio de San Pelayo y este jueves 26 de mayo completó el cupo, enterró a Isidoro, el último hijo vivo que le quedaba.
- A falta de 4 hijos, a Carmen Herrera y a Marcelino Hernández les quedan 14 nietos. Seis hijos de Marcelino, 4 de Antonio, 2 de Luis y otro par de Isidoro, los hijos que les tocó enterrar.
lunes, 4 de abril de 2011
Una noche en la bahía de Pasatiempo
Por Orlando Benítez Quintero
'El Para Partía' Náfer Pérez Rivero acepta, más que con agrado, con agradecimiento el apodo que le pusieron sus colegas: ‘Pata Partía’. Ese remoquete es como un recordatorio de que es un sobreviviente de las noches detrás de un volante. Pérez, a quien por su pelo candelillo antes solo conocían como ‘El Mono’, sobrevivió a un accidente y lo más impresionante, volvió a caminar y a pisar la chancleta de un taxi. “Yo me accidenté el 27 de febrero de 2010. Un borracho del norte me pasó las llantas de su Hilux por encima de las dos piernas. Me las partió, me las molió, todavía es y siento dolor en mis pies”, cuenta el ahora ‘Pata Partía’. Esa camioneta se lo llevó cuando él empujaba su carro para acomodarlo en la bahía del Norte, en el barrio La Castellana, dicen sus compañeros que a este no le dio tiempo de reaccionar y que cuando lo vieron fue debajo de la Hilux. El agradecimiento con sus colegas no es por otra cosa sino porque fueron incondicionales en esos momentos difíciles. Ante la falta de seguridad social que cubriera los gastos médicos y habiéndose volado aquel borracho ‘pupi’ de la camioneta cuyos número de placa -recuerda ‘El Mono’- eran 017, sus compañeros de bahía fueron los que se preocuparon por él. “Hacían colectas y me ayudaban con las medicinas y si faltaba algo en mi casa también me aportaban. Me traían y me llevaban cuando necesitaba ir a una cita médica”, relata Pérez Rivero, quien 8 meses después volvió a la actividad haciendo relevos, no tiene carro fijo y cuando lo bajan de uno le toca hacer de computadora en este mismo sitio de reunión “Quiero un carro fijo para el rebusque”, concluyó.
Es una jornada ‘hueso’, una de esas en las que ‘se pega la aguja’, en la que escasamente alcanzan a reunir la tarifa para cumplirle a sus patrones. Por eso la noche del miércoles 30 abril, previa a la quincena, es la ideal para acudir a la cita con los taxistas de la bahía del barrio Pasatiempo, en Montería. Los personajes que mejor conocen la vida noctámbula de la ciudad tienen un rato para hacer un pare y mostrarnos la realidad de su oficio entre las sombras de la noche. El reloj marca las 10:00 p.m. y rápidamente la calle 27, entre el Sena y el SAO, frente a la glorieta de la Circunvalar, se empieza a colmar de amarillo. Los verdaderos patrulleros de la noche empiezan a parquear sus carros, a saludarse sonrientes, otros ni siquiera lo hacen sino que se van directo sobre el andén, al puesto de comidas de Eni y Gaspar, a raspar la olla, a ponerse al día con la comida que les retrasó el voleo. No tardan en hacer una rueda y empezar a hablar de todo, opinan de lo que pasa de Japón con la radiación nuclear después del tsunami, del conflicto en Libia; de la última pataleta del Teo Gutiérrez, se echan un chiste, y también hablan del último chasco de cualquiera en su hábitat: la calle, en la oscura noche de la capital de Córdoba. De un tajo terminan poniendo de manifiesto lo ingrato de un trabajo que le sirve a la gente y al que, según ellos, no se le da el valor necesario. El memorial de agravios es largo. “No tenemos seguridad social ni seguro de vida y arriesgamos la vida a cada rato. Aquí no nos pagan liquidación, ninguna prestación, estamos desamparados, o sea hermano, no nos valoran”, opina uno de ellos en la reunión, prefiere no decir su nombre por temor a que el patrón le quite el carro y lo vete. “Así pasa aquí, el que se queja o se pone de revoltoso le quitan el carro, termina tirado y nadie le presta un taxi”, concluye. Son casi 40 los vehículos que noche a noche esperan turno en esta bahía que cubre un cuarto de la ciudad, desde el viejo barrio Colón hasta la calle 31 y de allí hasta el kilómetro 15. Cada 5 minutos, aproximadamente, sale un servicio, los días buenos; un ‘día hueso’, como este miércoles de pre-quincena, tarda más, 10 o 15 minutos. Ésta es una comunidad como cualquiera, hay quienes hablan más de la cuenta, están los que solo escuchan, los que nada les parece y los que no les atrae la conversación y se van a un lado a llenar un crucigrama o a hablar por celular, a la espera del turno. Son como una familia que no se conoce a fondo, cada uno tiene un apodo por muy serio que sea el chofer. “Es raro que aquí llamemos a cada quien por su nombre, nos conocemos por el apodo”, dice ‘El Cote’, uno de ellos. ‘Oñate’, ‘El Gafita’, ‘Luzbell’, ‘Jorge Jr.’, ‘La Truquina’, ‘El Copete’, ‘Cara e’ Tomate’, ‘Carro Chiquito’, ‘Pelirrata’, ‘El Paleta’, ‘Pata Partía’ o ‘El Mono’, son apenas algunos de los ingeniosos alias que usan para simplificar su identidad en esta bahía.
Tienen su computadora
La bahía es como una oficina al aire libre: hay buen personal, cafetería, comentario de pasillo, o más bien de calle, y, por supuesto, hay computadora, que no es más que un cuaderno rayado de 100 hojas que sirve para llevar el control y el orden de los turnos para cada uno de los taxistas. Regularmente es Luisa Yánez, quien la maneja y a ella también le dicen así ‘La Computadora’, no falta el que la piropea y la llama “la computadora más linda del mundo”. El taxista que está varado, es decir, sin carro a su cargo, la apoya como una computadora auxiliar.
Zonas vedadas
Así como sus patrones imponen vetos, los taxistas de la noche también, y no es por arrogancia sino por simple instinto de supervivencia. “Hay barrios a los que uno entra pero no sale bien, en los que te atracan y te atacan. Yo sé que no son personas de esos mismo barrios sino unos cuantos malandros que aprovechan la lejanía y la oscuridad”. Entre esos barrios hacia los que renunciaron a seguir haciendo carreras están: Nuevo Horizonte, Nueva Jerusalén, La Candelaria, y Las Colinas, entre otros.
'El Para Partía' Náfer Pérez Rivero acepta, más que con agrado, con agradecimiento el apodo que le pusieron sus colegas: ‘Pata Partía’. Ese remoquete es como un recordatorio de que es un sobreviviente de las noches detrás de un volante. Pérez, a quien por su pelo candelillo antes solo conocían como ‘El Mono’, sobrevivió a un accidente y lo más impresionante, volvió a caminar y a pisar la chancleta de un taxi. “Yo me accidenté el 27 de febrero de 2010. Un borracho del norte me pasó las llantas de su Hilux por encima de las dos piernas. Me las partió, me las molió, todavía es y siento dolor en mis pies”, cuenta el ahora ‘Pata Partía’. Esa camioneta se lo llevó cuando él empujaba su carro para acomodarlo en la bahía del Norte, en el barrio La Castellana, dicen sus compañeros que a este no le dio tiempo de reaccionar y que cuando lo vieron fue debajo de la Hilux. El agradecimiento con sus colegas no es por otra cosa sino porque fueron incondicionales en esos momentos difíciles. Ante la falta de seguridad social que cubriera los gastos médicos y habiéndose volado aquel borracho ‘pupi’ de la camioneta cuyos número de placa -recuerda ‘El Mono’- eran 017, sus compañeros de bahía fueron los que se preocuparon por él. “Hacían colectas y me ayudaban con las medicinas y si faltaba algo en mi casa también me aportaban. Me traían y me llevaban cuando necesitaba ir a una cita médica”, relata Pérez Rivero, quien 8 meses después volvió a la actividad haciendo relevos, no tiene carro fijo y cuando lo bajan de uno le toca hacer de computadora en este mismo sitio de reunión “Quiero un carro fijo para el rebusque”, concluyó.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)