viernes, 3 de junio de 2011

Hay amores que matan

Cuatro hechos en los que el amor, los celos y las pasiones hicieron correr sangre de hombres y mujeres, han estremecido al departamento de Córdoba en los últimos dos meses. Crímenes pasionales, seres enloquecidos y cegados por la rabia de la traición que comprobaron la certeza de frase de muchos autores: “hay amores que matan”.
Estas tragedias, que enlutaron a familias de Montería y San Pelayo, ocurrieron a lo largo de un mes, entre el 26 de abril y el 28 de mayo y dejaron un saldo de 4 muertos (2 mujeres y otro par de hombres) y dos heridas. Todos esos homicidios fueron cometidos con filosas armas blancas.
4 víctimas de la pasión
-El primero de los casos se registró la noche del miércoles 26 de abril en el barrio Furatena, sur de Montería. María del Socorro Mogrovejo, junto a su hija de 17 años, asesinó a su ex marido, Iván José Ospina, con un machete. “Yo nunca pensé quitarle la vida. Lo que pasa es que estaba tan cansada del maltrato de ese señor, que llegó un momento en que reaccioné y pasó lo que pasó”, le dijo la homicida a EL PROPIO un día después de haberle pegado 10 machetazos mortales a su ex que, según contó, la acosaba cada vez que se emborrachaba.
-Pasaron varias semanas hasta que el 21 de mayo volvieron los amores que matan. Fue en el barrio Alfonso López y allí la víctima fue una mujer.
José Antonio Martínez, de 48 años de edad, le propinó por lo menos 9 puñaladas con un cuchillo de acero inoxidable a su ex mujer, Amelia Eclisilda Mercado Álvarez, de 43 años. Amelia Eclisilda estaba separada de José Antonio, debido al maltrato físico que este le daba. El hombre hacía un mes aproximadamente se había ido para Venezuela para intentar olvidarla, pero regresó a cometer el atroz crimen.
-La tarde del viernes 27 de mayo en el interior de una casucha del sector Playa Brígida del populoso barrio Sucre (calle 44 con carrera 1ª), de Montería, un hombre enloquecido por los celos en su intención de matar a su esposa se llevó por delante con un cuchillo a la suegra y a una cuñada. Esta última fue la que pagó los platos rotos, pues recibió una puñalada en el abdomen que la mató. El homicida fue Julio Miguel Camargo Tordecilla, de 27 años de edad y su víctima mortal fue Marialis Mendoza Lugo, su cuñada. La suegra del tipo, Clemencia Lugo, resultó herida de gravedad y la mujer -por la que iba- resultó con heridas leves.
-Este trágico ciclo pasional se cerró un día después en el corregimiento El Bongo, San Pelayo la tarde del sábado 28 de mayo y la víctima fue un amante furtivo de una mujer casada. Hugo Antonio Ramos Arteaga, más conocido como ‘el pipi’, fue sorprendido por Alis Alfredo Ávila Cogollo, de 32 años de edad, en pleno acto sexual con su mujer. Ávila Cogollo perdió el control y arremetió contra ‘el pipi’, su vecino y amigo de infancia, propinándole una puñalada en la boca del estómago y acabó con sus vida. El homicida se entregó y confesó que lo hizo porque no soportó la traición.
¿Qué es un crimen pasional?
Es un delito en el que el agresor comete un crimen, especialmente un ataque o asesinato contra su esposa (o) o contra un amante a causa de un repentino impulso ocasionado por los celos o la rabia. No es una acción planeada. Un crimen pasional típico podría darse entre un marido que descubre que su esposa le ha sido infiel y se lanza a golpearla brutalmente o incluso a matarla a ella o también a su amante. Hay que decir que las mujeres cometen crímenes de este tipo.
En ciertos países, sobre todo en Francia, el crimen pasional constituía una defensa válida en casos de asesinato. Durante el siglo XIX algunas sentencias podían terminar en un arresto durante dos años para el asesino, mientras que la esposa terminaba muerta.
Los hombres matan más, en las mujeres se ve peor
Según Javier Sáenz Obregón, de la Revista Colombiana de Atropología, en este país cinco de cada seis homicidios ‘pasionales’ son cometidos por hombres. Sin embargo, “Los relatos jurídicos y de los testigos tienden a exculpar al hombre por estar sorprendido por su pasión, sea esta catalogada como celos o exceso de amor.
Sáenz Obregón también señala que estos relatos son especialmente severos con la mujer: a diferencia de lo que pasa con el hombre homicida, a la mujer no la excusa, sino que se tienden a señalar que actuó con sevicia y predeterminación.

Amores peligrosos
El psicólogo argentino Walter Riso investigó ocho tipos de amores peligrosos y publicó un libro sobre el tema. Muchos de estos amores son fruto de la manera en que se llevan las relaciones, otros tienen un componente genético. Lo cierto es que es posible identificarlos cuando está comenzando la relación y evitar una tragedia:
1. Amor hostigante: se busca ser el centro de atención de la pareja.
2. Amor paranoide: la persona piensa que la van a lastimar y está a la defensiva todo el tiempo.
3. Amor subversivo: se ve a la pareja como una fuente de autoridad, pero existe la necesidad de rebelarse.
4. Amor perfeccionista: la espontaneidad es vista como falta de autocontrol.
5. Amor narcisista: el egoísmo protagoniza la relación.
6. Amor antisocial: cuando se desprecia al otro.
7. Amor esquizoide: es la máxima expresión de indiferencia.
8. Amor caótico: se ama a alguien y al segundo se odia.

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