El hombre que ha sabido convertir a San José de Canalete en tierra de campeones tiene apodo de vicio, pero su única adicción es enseñar a los muchachos, de la tierra que lo adoptó, a tocar la gloria a punta de trompadas.
Miguel Antonio Álvarez Bolaños, más conocido como ‘Tabaco’, llegó a este corregimiento del municipio de Puerto Escondido, Córdoba, ubicado a orillas del Mar Caribe, en 1973. Se vino de su natal Chambacú, en Cartagena, a vivir con su madre, Teresa Bolaños. En ese pedazo de tierra se enamoró, formó una familia y también más de un buen peleador.
Los ‘Dinámicos del Ring’
En su cuerda, ‘Dinámicos del Ring’, se formó Miguel ‘El Huracán’ Barrera, ex campeón del mundo del peso paja; Ronald ‘El Indio’ Barrera, hermano del primero y quien ha tenido cinco oportunidades de coronarse como monarca minimosca. También Jorge ‘El Pipa’ Noriega, otro boxeador que estuvo a punto de acariciar una corona; Walter Estrada, Eugenio Oviedo Salas, Rafael Sáenz, Over Bolaños, Arnovis Castro y Enis Pacheco Barrera, de la dinastía Barrera, son algunos de los pupilos de ‘Tabaco’.
“Apenas llegué a San José de Canalete lo primero que busqué fue trabajar en lo que mejor sabía hacer, el boxeo. Reuní a unos 20 muchachos de allí mismo y empezamos a entrenar”, cuenta ‘Tabaco’ sentado en un rincón del coliseo Miguel ’Happy’ Lora, en Montería, donde hoy acostumbra a venir, pues hace parte del cuerpo técnico de la Liga de Boxeo de Córdoba, en la que le han reconocido su aporte al boxeo del departamento.
Siempre fue un aficionado
Miguel Antonio Álvarez Bolaños, más conocido como ‘Tabaco’, llegó a este corregimiento del municipio de Puerto Escondido, Córdoba, ubicado a orillas del Mar Caribe, en 1973. Se vino de su natal Chambacú, en Cartagena, a vivir con su madre, Teresa Bolaños. En ese pedazo de tierra se enamoró, formó una familia y también más de un buen peleador.
Los ‘Dinámicos del Ring’
En su cuerda, ‘Dinámicos del Ring’, se formó Miguel ‘El Huracán’ Barrera, ex campeón del mundo del peso paja; Ronald ‘El Indio’ Barrera, hermano del primero y quien ha tenido cinco oportunidades de coronarse como monarca minimosca. También Jorge ‘El Pipa’ Noriega, otro boxeador que estuvo a punto de acariciar una corona; Walter Estrada, Eugenio Oviedo Salas, Rafael Sáenz, Over Bolaños, Arnovis Castro y Enis Pacheco Barrera, de la dinastía Barrera, son algunos de los pupilos de ‘Tabaco’.
“Apenas llegué a San José de Canalete lo primero que busqué fue trabajar en lo que mejor sabía hacer, el boxeo. Reuní a unos 20 muchachos de allí mismo y empezamos a entrenar”, cuenta ‘Tabaco’ sentado en un rincón del coliseo Miguel ’Happy’ Lora, en Montería, donde hoy acostumbra a venir, pues hace parte del cuerpo técnico de la Liga de Boxeo de Córdoba, en la que le han reconocido su aporte al boxeo del departamento.
Siempre fue un aficionado
Miguel Antonio Álvarez Bolaños nunca fue un boxeador profesional, pero sí se montó a los encordados a temprana edad, incluso, antes de que se lo permitieran. “Empecé a practicar boxeo desde los 9 años, porque en mi barrio (Chambacú) no se respiraba otra cosa. Era la época de Rodrigo Valdez, Pedro Vanegas y ‘El Olímpico’ Pérez y muchos jóvenes querían llegar a ser como ellos”, relata.
Víctor Prieto, el mismo que estuvo en las equinas de los grandes boxeadores de Cartagena, fue su entrenador. La primera pelea oficial la hizo a los 14 años, por un peso que llamaban papel.
Solo fue boxeador aficionado. Realizó 43 peleas, ganó 32 y perdió 11. Colgó los guantes cuando apenas tenía 18 años, tras la separación de sus padres. Fue allí cuando se fue para Valledupar y terminó en San José de Canalete, Puerto Escondido.
Las claves del éxito
La responsabilidad, la humildad y el sacrificio, son para este trabajador del boxeo las claves del éxito y por ello siempre inculca estos valores a sus pupilos. “Mis boxeadores deben tener responsabilidad con el club, ser humildes en todo momento y sacrificarse mucho si es que quieren llegar a vivir de este deporte”, apunta Álvarez Bolaños.
Agradecido
‘Tabaco’ hizo parir campeones a San José de Canalete y a lo largo de 15 años fue casi nulo el apoyo que consiguió para su trabajo y para su club. “Ahora, en estos últimos años es que se me está remunerando mi trabajo, que por mucho tiempo lo hice gratis, por amor al boxeo”.
Pese a lo difícil de la situación, en las buenas y en las malas, allí siempre ha estado ‘Tabaco’, metido en el gimnasio, detrás de la esquina, descubriendo talentos y sacando del anonimato a un pueblo y a unos hombres que hoy le agradecen lo que son en el boxeo.
Dice que se siente un cordobés más y que San José de Canalete es su tierra. “Imagínate, ya hasta represento a Córdoba, he ganado campeonatos como entrenador con este departamento. Además, de aquí son mi esposa –Otilia Paredes Estrada- y mis seis hijos”, comenta sonriente.
Dice que hay muchas personas a quienes tiene que agradecerle porque le han ayudado a formarse como entrenador, pero destaca a Luis Levin Ford, presidente de la Liga de Boxeo de Córdoba; a Pedro Vanegas y a Over Vanegas, sus amigos de siempre.
La experiencia de muchos años en el boxeo le dan la autoridad para señalar que lastimosamente a Córdoba, en la actualidad, le hace falta u n ídolo y que la razón es que los boxeadores se están apresurando para dar el salto al profesionalismo. “No esperan acumular experiencia, sobre todo internacional, como aficionados, toman decisiones muy apresuradas y fracasan”.
Las enseñanzas de ‘Tabaco’ han sacado a varios hijos de San José de Canalete del anonimato, el mismo en el que él, humildemente, prefiere seguir forjando campeones.
Víctor Prieto, el mismo que estuvo en las equinas de los grandes boxeadores de Cartagena, fue su entrenador. La primera pelea oficial la hizo a los 14 años, por un peso que llamaban papel.
Solo fue boxeador aficionado. Realizó 43 peleas, ganó 32 y perdió 11. Colgó los guantes cuando apenas tenía 18 años, tras la separación de sus padres. Fue allí cuando se fue para Valledupar y terminó en San José de Canalete, Puerto Escondido.
Las claves del éxito
La responsabilidad, la humildad y el sacrificio, son para este trabajador del boxeo las claves del éxito y por ello siempre inculca estos valores a sus pupilos. “Mis boxeadores deben tener responsabilidad con el club, ser humildes en todo momento y sacrificarse mucho si es que quieren llegar a vivir de este deporte”, apunta Álvarez Bolaños.
Agradecido
‘Tabaco’ hizo parir campeones a San José de Canalete y a lo largo de 15 años fue casi nulo el apoyo que consiguió para su trabajo y para su club. “Ahora, en estos últimos años es que se me está remunerando mi trabajo, que por mucho tiempo lo hice gratis, por amor al boxeo”.
Pese a lo difícil de la situación, en las buenas y en las malas, allí siempre ha estado ‘Tabaco’, metido en el gimnasio, detrás de la esquina, descubriendo talentos y sacando del anonimato a un pueblo y a unos hombres que hoy le agradecen lo que son en el boxeo.
Dice que se siente un cordobés más y que San José de Canalete es su tierra. “Imagínate, ya hasta represento a Córdoba, he ganado campeonatos como entrenador con este departamento. Además, de aquí son mi esposa –Otilia Paredes Estrada- y mis seis hijos”, comenta sonriente.
Dice que hay muchas personas a quienes tiene que agradecerle porque le han ayudado a formarse como entrenador, pero destaca a Luis Levin Ford, presidente de la Liga de Boxeo de Córdoba; a Pedro Vanegas y a Over Vanegas, sus amigos de siempre.
La experiencia de muchos años en el boxeo le dan la autoridad para señalar que lastimosamente a Córdoba, en la actualidad, le hace falta u n ídolo y que la razón es que los boxeadores se están apresurando para dar el salto al profesionalismo. “No esperan acumular experiencia, sobre todo internacional, como aficionados, toman decisiones muy apresuradas y fracasan”.
Las enseñanzas de ‘Tabaco’ han sacado a varios hijos de San José de Canalete del anonimato, el mismo en el que él, humildemente, prefiere seguir forjando campeones.